“Tierra no prometida” de Roberto Glorioso
Ediciones Último Reino, Bs. As. Argentina.
Si la poesía es en gran medida síntesis, los textos de este libro responden a esa premisa. Si además de síntesis, la dedicatoria a Ana E. Lahitte, nos habla a primera vista, del reconocimiento que nuestro autor le hace a la gran poeta de la Plata, de lo cual hemos dado cuenta en algunos de nuestros números. Muchos autores contemporáneos, deben a la poeta Lahitte y a su gran persona, bastante de lo que han podido hacer con su ayuda, auspicio, guía y amistad.
Qué hermoso laberinto la contradicción de una tierra no prometida, cuando la que culturalmente hemos escuchado y se nos ha incorporado es la sí prometida. La que vendrá, a la que arribaremos, ese lugar que esta en el futuro.
Esa no promesa de arribar a un lugar de patria, semeja la intemperie del poeta ante la tierra que pisa. La real, la de ahora.
No obstante, hay como nos dice en la primera parte: una “insinuación de lo sagrado” y “Fijo a la tierra/por un ancla leve/protege la más aluvional/de sus visiones.//Sin resto de dicha.”
Y empiezan a aparecer claves (alumbramiento, cal, incienso), escenas: “Hogueras a orillas/del mar./ En nombre de quién resplandecen .//Nadie responda.//La humanidad del fuego/relumbrará/desierta”
Versos de encierro propio, de prisión interior:”Palpa/ las cavernas del vacío. // Es el mismo ademán/de quien sutura/la puerta de su celda.”
El poeta se sabe sin un pase, salvoconducto y “aprieta sobre el pecho/súplicas de asilo”.
Una síntesis perfecta: Una mirada de polvo/ sobre sus días contados/apura la eternidad”
Máscaras sin reverso, de por sí todo un subtítulo, con un breve texto de Rodolfo Godino, tal vez uno de los más grandes poetas actuales, que dice:” Yo he sido libre, tarde conocí la caridad”, abre la segunda puerta de la no prometida tierra.
Y concluye esta segunda parte con el texto:”Aquí ocurre el mundo.//Donde muere sin tregua/ lo que amamos/.
Por último, el tercer subtítulo:”Mural y espejismo”, con el acápite de Laura Yasán:”Haber salido mil veces del equívoco para aprender a equivocarse” se plantea con la transposición del sujeto de un texto que hace que:” Se anunció una llegada/ de perros.// Cada uno con un ciego”.
O: “Urge/celebración/donde quedo desperdicios/del vacío de su plato/La sinrazón de paraísos comenzará a ultimar la fiesta?.
O será acaso un vagido quien comparece sobre una manta de guijarros?
Libro bitácora. Libro de introspección.
Y aquí, un poema cerrojo, puerta, paso a otro lar:” Delante de su puerta/el cielo/ abre manchones/contra el pecho de un pájaro/que obstruye lo sagrado.”
Puede un ave cerrar un paso o el símbolo de lo libre se opone a lo sacro en tanto esto si bien es la más absoluta libertad, no lo es en apariencia sino en interioridad?
Y cito el último texto: “Solo trae arena para/ ampliar el desierto/ que es ahora su alma/ y dice/ ojala me pensaras/ levantando piedras/ para construir la casa “
Desde el análisis se observaría la falta, desde la recensión de un libro de poesía, quizás la intemperie de la soledad como le ocurre a casi todos los poetas.
Poesía de Rosario